¿Por qué no contratáis más barrenderos? (llegar al poder no es tener el poder)

Posiblemente, esa pregunta sea la que más nos han hecho en este casi año y medio que llevamos gobernando. Familiares, amigos, vecinos… esperaban que solucionáramos la dramática situación en la que dejaron la limpieza de la ciudad los anteriores gobiernos municipales.

La realidad es que ha mejorado poco, lo sabemos, por eso es un tema que da pie para hablar del fondo de la cuestión, ¿por qué estando en el gobierno no podemos hacer lo que nos gustaría?

Creo que en los primeros meses de gobierno, la mayoría pensamos que íbamos a cambiarlo casi todo, que nada importante se nos resistiría. Había una mezcla de ilusión y euforia que nos hacía pensar que, parafraseando al mítico líder (ex) socialista, en poco tiempo a Madrid no la iba a conocer ni la madre que la parió.

Pronto nos dimos de bruces con la realidad. La cosa no iba a ser tan sencilla, es más, rápidamente caímos en la cuenta de que cambiar algunos temas incluso llevaría más de una legislatura.

¿Por qué? Estos son algunos de los motivos:

  • La maquinaria de la administración está pensada para que nada cambie. La administración es como si tuviera vida propia. Si no hubiera gobierno, seguiría funcionando en «modo zombie», sin un rumbo claro, pero avanzando. No habría más que repetir una y otra vez los mismos procesos y ya está. Esto genera una inercia brutal, intentar frenarla y cambiar el rumbo es muy costoso y supone enfrentarse a un montón de dificultades y resistencias.
  • Casi veinticuatro años seguidos de gobiernos del PP. Desde el 15 de junio de 1991 hasta el 13 de junio de 2015, Madrid estuvo gobernada por el PP. Es decir, tuvieron más de dos décadas para configurar el Ayuntamiento a su gusto. Obviamente, nosotros queremos cambiarlo, pero nos encontramos con una estructura asentada y más de 25.000 trabajadores acostumbrados a una manera de hacer, con (en principio) sólo cuatro años por delante. Y algunos de esos trabajadores, los interventores, con una capacidad brutal para bloquear la acción de gobierno, aunque ese es un tema que merece un artículo aparte.
  • La externalización de servicios esenciales. El PP externalizó la gestión de servicios básicos como la limpieza de las calles, el mantenimiento de las zonas verdes, el mantenimiento de aceras y calzadas o la recogida de basuras. También otros muchos, como polideportivos o escuelas infantiles, pero los primeros son críticos porque son temas primordiales, que todo ayuntamiento debe hacer bien. La excusa, la de siempre, que las empresas privadas son más eficientes y que se ahorra dinero, además de no sobrecargar la plantilla del Ayuntamiento. La realidad, que todo eso es mentira, que la gestión privada no tiene por qué ser mejor que la pública, más aún si esa externalización se lleva a cabo a través de unos pésimos contratos de gestión. Revertir esta privatización es sumamente difícil a corto plazo, como explicaré a continuación.
  • Los contratos de gestión. El PP no sólo externalizó servicios esenciales, sino que lo hizo a través de unos contratos integrales de gestión que, ya desde su propia redacción, se sabía que no servirían para prestar un adecuado servicio público. Los licitaron por cantidades ridículas, facilitando que fueran prácticamente subastas a la baja, los firmaron por muchos años y los blindaron bien blindados. El por qué lo tendrían que explicar ellos, pero es inevitable pensar en oscuras maniobras y corrupción. Estos son los más sangrantes:
    • Contratos de limpieza, conservación de espacios públicos y zonas verdes. Se firmaron en 2013, con una duración de 8 años (hasta 2021). Están basados en el cumplimiento de sesenta y ocho indicadores de calidad, pero sorprendentemente, no se establece una dotación mínima para prestarlos. Resultado: las empresas que los ganaron, lo hicieron por unas cantidades que hacen imposible garantizar una correcta prestación del servicio y nada más ganarlo despidieron a unos mil trabajadores porque con la cuantía por la que se los llevaron, no les daba para mantenerlos. ¿Se ponen multas? Sí. ¿Se refuerza el servicio? Sí, pero de manera muy limitada porque al existir ya un contrato, no se puede hacer otro nuevo en paralelo. ¿Se ha intentado negociar con las empresas? Sí, pero los resultados han sido escasos. ¿Se pueden romper unilateralmente? Sí, pero al estar blindadísimos, la indemnización sería gigantesca y también hay que tener en cuenta a los trabajadores, ya que la mayoría tienen derecho a la subrogación. No es nada fácil hacerlo, aunque se está estudiando continuamente. Todo esto, si se incumplen los contratos, porque también puede pasar que se estén cumpliendo, aunque sean claramente insuficientes; por ejemplo, las empresas están podando anualmente los árboles que marca el contrato, pero «cumplir el contrato» significa que los árboles se podarán cada cuarenta años!!!
    • Contrato de mantenimiento de vías públicas. Otro contrato multianual, con grandes recortes y blindadísimo. Por poner un ejemplo fácil de entender, cuando la reparación de asfalto y aceras las hacía directamente el Ayuntamiento, se gastaban unos 36 millones de euros anuales. El contrato se licitó por la mitad (18 millones de euros) y la empresa que lo ganó lo hizo por 8 millones de euros. Obviamente, es imposible que, por muy buena gestión que se haga, algo en lo que se gastaban 36 millones de euros, se pueda hacer por ocho. El resultado no hay más que verlo paseando o circulando por nuestra ciudad.
  • La «Ley Montoro». Es decir, la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local, pero también la Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera y, en último término, ese artículo 135 de la Constitución que el PSOE y el PP acordaron modificar prácticamente a traición. ¿Qué significan? Que en la práctica, las administraciones locales se encuentran intervenidas por el estado para garantizar el control del déficit y la deuda pública. Una ley que cercena la autonomía de las administraciones para presupuestar y gestionar sus recursos, aunque se encuentren saneadas. Un torpedo en la línea de flotación de cualquier gobierno local, que se traduce, por ejemplo, en la práctica imposibilidad de remunicipalizar servicios, ya que supondría generar nuevos puestos de funcionarios, algo que condena a que muchos servicios tengan que seguir externalizados.

Así que el panorama parece sombrío, pero no vamos a tirar la toalla ni ampararnos continuamente en la pésima herencia recibida. Es como un partido de fútbol en el que te sientes superior pero el terreno está en malas condiciones y la climatología es adversa. No valen excusas, hay que salir a ganarlo y dejarnos la piel en ello.

Además, no todo es negativo. Algunos contratos ya han vencido o están a punto de vencer (como el de recogida de basuras o el de mantenimiento de colegios) y las nuevas licitaciones son bien diferentes en cuantías, criterios de adjudicación y exigencia, incorporando además claúsulas sociales (como la inserción sociolaboral de personas en situación de exclusión social o con diversidad funcional, la calidad y estabilidad en el empleo, la mejora de la capacitación profesional mediante formación en el lugar de trabajo, el fomento de la igualdad entre mujeres y hombres, la salvaguarda de la seguridad y la salud laboral o la conciliación de la vida familiar y laboral).

Y no estaría de más una reflexión sobre la duración de estos contratos. ¿No sería lógico que se impidiera firmarlos por un periodo que sobrepasara la siguiente legislatura? Produce mucha impotencia tener que gestionar unos contratos infames y saber además que no acabarán hasta después de que haya finalizado nuestro mandato.

Por último, somos conscientes de que, o conseguimos que la ciudad esté limpia y con un correcto mantenimiento, o nada de lo que hagamos servirá para que los ciudadanos valoren nuestra gestión y vuelvan a apoyarnos. No valdrá de nada intentar explicarlo o esgrimir lo que estamos haciendo en otros campos, como la política social, si cada mañana sales a tu calle y la encuentras sucia y deteriorada. En ello estamos.

 

25 comentarios en “¿Por qué no contratáis más barrenderos? (llegar al poder no es tener el poder)

  1. Juanjo

    Como siempre discrepo con Chisco sobre lo que pone de la administración, no es zombi es una estructura que funciona con unos funcionarios independientes del poder político, sin eso se produciría una paralización de la misma cada vez que hubiera cambio de gobierno, el planteamiento es demagógico.

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    1. Chisco Autor

      Encantado de discrepar, Juanjo.
      Claro que los funcionarios trabajan en lo suyo (y muy bien en su mayoría, como ya escribiré en otro artículo), pero necesitan la directriz política. Ellos lo saben y lo asumen hasta cuando no están de acuerdo, pero eso no quita que los hábitos y las inercias pesen mucho. La resistencia al cambio es una característica de la mayoría de las organizaciones y en una estructura tan burocratizada como la municipal, todavía más.
      No son independientes porque entre sus funciones no está decidir la orientación de lo que se hace, por ejemplo, si se apuesta más por el transporte privado o por el público. Esas decisiones no pueden tomarlas ellos.

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  2. Ataúlfo Llàdor

    Externalizar la gestión no es privatizar. Es importante conocer la diferencia. Ambos técnicas de gestión son criticables, defendibles, suprimibles, imprescindibles o deleznables, pero no son lo mismo.
    Respecto al artículo 135 CE, es algo tan básico como que no hay que gastar más de lo que se tiene (o, como mucho, más de lo que razonablemente acepten pagar generaciones venideras a las que se les endosa la deuda). Cosa distinta es que se discrepe de dónde recortar, o que ciertos ajustes recientes hayan sido soportados más por unos que por otros, pero yo en mi casa y en la organización para la que pago mis impuestos prefiero que no se gaste más de lo que se tiene o se prevé tener.

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    1. Chisco Autor

      De acuerdo en lo de privatizar, es una externalización o gestión indirecta de un servicio público. Lo cambio.
      Pero desgraciadamente, esta práctica acaba introduciendo criterios propios de la gestión privada. Por ejemplo, no hay más que comparar los polideportivos de gestión indirecta con los de gestión directa. Hay grandes diferencias que no debería haber.
      No estoy de acuerdo en lo de la deuda y el déficit. Cualquier familia o empresa necesita endeudarse para funcionar y tiene deudas. Lógicamente, dentro de unos márgenes razonables que muchas veces se han superado. Pero los límites son tan estrechos que hacen muy difícil la gestión. Y luego está el tema de que paguen «justos por pecadores». El Ayuntamiento de Madrid está saneado, pese a la enorme deuda que se nos dejó y sin embargo tiene prácticamente las mismas restricciones que el resto de administraciones locales.

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  3. ncrarete22

    la autonomía de las administraciones para presupuestar y gestionar sus recursos saneadas = deudas 0

    Y antes que cualquier otra cosa debe ir el 50% del presupuesto a renta basica universal

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  4. lavidasecomplica

    Te doy la razón en parte.
    Por ejemplo, el tremendo sinsentido que han supuesto los famosos contratos integrales, adjudicados en base a precio (el más barato se lo lleva y la calidad del servicio ni la miro) y por un plazo de 20 años. No sé como las estructuras de control municipales: intervención, servicios jurídicos, inspección de servicios, permitieron eso en su momento.

    También tienes razón en que la estructura municipal, como cualquier organización grande, es extremadamente resistente al cambio. Y que las cosas no se cambian en dos días.

    Sin embargo, hay un matiz que es importante: el decir que quieres cambiar las cosas no es suficiente para que cambien, ya que hay que tener una voluntad real y poner los medios (humanos, materiales, etc. ) para ello. En varias áreas del ayuntamiento, a mi entender, ha faltado precisamente eso. Se han perpetuado las malas prácticas existentes, y no se han afrontado los problemas reales: por ejemplo, estructuras de algunas unidades que no están preparadas para realizar las funciones que deberían. O personas que dirigen estas unidades y que, ni entienden el negocio, ni han preguntado, ni tienen la capacidad para gestionarlo. Y tampoco se ha hecho una planificación realista y con los medios necesarios para llevar a cabo esos cambios.

    Y otro tema que deberíais mejorar es la coordinación interna en el nivel directivo. No se percibe que todos vayan en la misma dirección, sino más bien que hay «bandos» o «grupos de poder» y cada uno actúa un poco de manera independiente.

    De todas maneras, suerte en la tarea, que es complicada.

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    1. Chisco Autor

      Tienes bastante razón. El Ayuntamiento es muy grande y los cambios se van produciendo, pero no en todas las áreas y departamentos por igual. También el plan de descentralización implica cambios estructurales que no son nada fáciles de llevar a cabo. ¡Pero seguimos!

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      1. lavidasecomplica

        Pues cruzo los dedos a ver si el cambio llega por aquí :).
        Después del cambio de gobierno, teníamos muchas esperanzas puestas en la nueva etapa, pero ya ha pasado año y medio y, por mi unidad, nada de nada. Siguen los mismos, las mismas malas prácitcas que habría que cambiar. El único cambio es que el director que habéis nombrado es todavía peor que el de antes y ahí sigue, aguantando.
        Os vuelvo a reiterar mis deseos de buena suerte. Gestionar el ayuntamiento es extremadamente complicado.

  5. Gabriela

    Buenas tardes, soy funcionaria del ayuntamiento de Madrid, y me duele mucho cada vez que leo o escucho que los funcionarios tenemos resistencia al cambio. Mi experiencia es totalmente la contraria estamos llenos de iniciativas y de ideas para mejorar el servicio que prestamos a los ciudadanos para los que trabajamos. A lo que nos mostramos resistentes es a las ideas que se le ocurren a uno/a o unos/as pocos y que intentan imponer sin contar con las opiniones y experiencias, opiniones e ideas de los que llevamos años en la Administración . Gracias

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    1. Chisco Autor

      No he dicho eso, sino que las organizaciones suelen ser resistentes al cambio. Hasta esta experiencia actual, he desarrollado toda mi vida profesional en ONGs y también hay resistencias a los cambios, aunque parezcan muy diferentes a un ayuntamiento. Lo que pasa es que el Ayuntamiento de Madrid es enorme, tiene muchísima burocracia y eso lo dificulta aún más. Pero como he dicho en otro comentario, yo estoy encantado con los funcionarios (en general, claro, como en cualquier sitio), nunca escucharás de mí los tópicos habituales sobre vuestro trabajo y lo contaré en otro artículo.

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  6. Jose María

    Hola. Me gustaría saber porque en muchos pliegos que el Ayuntamiento sigue sacando a concurso se mantiene una cláusula donde a la hora de la adjudicación se tiene en cuenta la bajada económica y no solo el proyecto técnica. Ni que decir tiene que hay empresas, como tu explicas, que se les adjudica el proyecto y que luego ofrecen un servicio deficiente. Y en los últimos pliegos ofertados por el Ayuntamiento eso sigue sucediendo. Gracias

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    1. Chisco Autor

      El precio no se va a eliminar de la mayoría de las licitaciones y es lógico que se mantenga, pero no con el peso que tenía antes. Tiene que ser un criterio más y, en muchos casos, no el más importante. Por ejemplo, cuando salga el próximo curso la nueva licitación de las escuelas infantiles, el precio no tendrá ningún peso, porque entendemos que en ese tipo de contrato no tiene ningún sentido primar la bajada económica.

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      1. Jose María

        Pues es si «es lógico » que se mantenga estais haciendo lo mismo que denuncias en tu artículo: adjudicar el pliego a la oferta mas barato y luego que ls empresa adjudicataria no realicé un buen servicio. No lo entiendo. O incluir una serie de clausulas sociables pero luego admitir bajadas de precio que van a repecutir en el salario de los trabajadores. Seguis haciendo lo mismo que denuncias y esta en vuestra mano cambiar. Supongo que cuando sacáis un pliego por una cantidad es porque habéis hecho un calculo que ese es el precio justo a pagar por ese servicio. ¿Entonces porqué admitir una bajada de precio? Yo cuando me compro cualquier cosa o contrato un servicio no regateo con el proovedor. Lo que estais haciendo con no acabar con esa política es seguir contribuyendo a la precariedad laboral, ir en contra de la economía social y favorecer a las grandes empresas, que tienen mayor margen de bajada a consta de los trabajadores. Mala gestion y mala política. De aspectos que está en vuestra mano cambiar

    2. lavidasecomplica

      Hombre, yo creo que el criterio precio debe seguir estando, pero con un peso inferior al de antes. He visto contratos en los que esto era el 80% de la valoración.
      El quitar el precio como criterio es un sinsentido, porque tendría el efecto perverso de que el contrato siempre se lo llevarían los grandes. Y aparte estamos hablando de dinero público, y se debe hacer un uso eficiente. Cuando se saca un contrato, el presupuesto económico es una estimación razonable, nunca puede ser el precio exacto del servicio porque hay muchos factores que no se conocen en el momento de sacar el contrato (ni se pueden conocer: costes de mano de obra y producción de las empresas, márgenes de beneficio, etc.)

      Así pues, estoy de acuerdo con Chisco. Hay que reducir el valor del criterio precio, incluir criterios técnicos realistas y, sobre todo, vigilar su cumplimiento para obtener un buen servicio.

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  7. Luis Miguel

    Con el acertado análisis que haces describiendo las dificultades para conseguir mejorar la vida de los ciudadanos con los recursos financieros, equipamientos y , sobre todo, humanos, con que cuenta el Ayuntamiento de Madrid, lo que planteas es, ni más, ni menos, el problema de la gestión de una gran municipio, el más grande de los más de 8.000 que hay en España. Mientras que muchas administraciones públicas en España se han modernizado, el Ayuntamiento de Madrid no lo ha hecho, y eso lo sufen los políticos elegidos por los ciudadanos para gobernar el Ayuntamiento, los trabajadores municipales y , sobre todo, los ciudadanos. La modernización de la admisntraciin municipal no da votos, pero sin una administración eficiente ningún gobierno municipal podrá llevar a cabo un programa político de gobierno con resultados positivos que le permita obtener el respaldo ciudadanos en las elecciones.

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  8. man-olo

    Los grandes contratos de servicios son siempre plurianuales, aquí y en cualquier sitio. Es una de las maneras de que sean más eficientes. Una empresa para gestionar las basuras de Madrid o el agua de Nueva York o las carreteras de Suiza necesita crear una organización con todo lo que ello conlleva, cuanto más tiempo dure más eficiencia podrá conseguir y ellos repercute en el servicio que preste a los ciudadanos. Cuando el actual gobierno municipal celebre contratos de telecomunicaciones o de lo que sea veremos que también serán por varios años.
    Acabamos de ver, sin ir más lejos, al Ayuntamiento de Barcelona (con el mismo discurso que el de Madrid), adjudicar contratos plurianuales a Telefónica, de la que hasta que llegaron al sillón soltaban burradas….
    Además, para la propia administración sería una locura contratar todos los años, solo la tramitación del expediente de contratación dura muchos meses…..
    Así que menos paranoias buscando causas raras para la plurianualidad de los contratos. Trabajad y dejad de poner excusas que en boca de otros no aceptaríais…

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    1. Chisco Autor

      Yo no he dicho que no deban ser plurianuales, es obvio que deben ser así, pero ocho años me parecen una barbaridad porque comprometen la legislatura siguiente al completo. Pero vamos, que creo que esos servicios esenciales no se deberían externalizar nunca

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  9. Luis Saenz

    Los cinco «frenos» que señalas son ciertos, pero cualquier persona implicada algún tiempo en la lucha social los conoce desde hace mucho tiempo, si alguien llegó al gobierno municipal sin saberlo es que ha estado en el guindo los últimos años e ignora la profundidad del conflicto social entre la gente común y las élites políticas y económicas. Lo que se NO puedes hacer es un programa en plan «meto todo lo que queráis» y luego decir «haré lo que pueda». El programa es un compromiso a cumplir. Hay además un problema de fondo: ¿un gobierno municipal debe someterse siempre y en todo caso a la normativa vigente, por injusta que sea ? Como sabes en los últimas luchas se han impedido desahucios y otras barbaridades gracias a compas que han optado por exponerse y hacer lo justo, siguiendo la idea de que «Si queréis que respetemos vuestras leyes haced leyes respetables». ¿No va a enfrentarse el gobierno de cambio con las leyes injustas, no va a «desobedecer»? Por otra parte, lo de resolver ciertos temas en varias legislaturas no tiene sentido, porque hay temas que si no se arreglan queda asegurado que el próximo gobierno municipal no será de AhoraMadrid. Por ejemplo, todo el mundo sabe que si no se corrige la cuestión «limpieza» en esta legislatura es seguro que Ahora Madrid no gobernará otra legislatura. Y si el Área de Equidad sigue mostrando la insensibilidad social que viene mostrando y su cerrazón a escuchar a los colectivos sociales de apoyo mutuo, tampoco.

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  10. stang

    A menudo se echa la culpa de la falta de acción política a la «burocracia». Soy funcionario y cada vez que lo leo pienso lo mismo. Los partidos políticos, sean de la ideología que sean, cuando están en la oposición están encantados de añadir trámites, informes, auditorías, controles, etc a la tramitación de los expedientes administrativos. No se fían de los funcionarios ni de los demás partidos y cuanta más dificultad pongan a la actuación de la administración, mejor. Además, pueden así acusar a sus rivales políticos de falta de eficacia.
    Pero cuando por fin consiguen alcanzar cotas de poder se encuentran atrapados en la misma tela de araña que han creado y empiezan a decir que la «burocracia» impide su rápida acción y cosas por el estilo.
    Y no, no es la «burocracia» ni los malvados interventores, ni oscuros funcionarios de derechas tras nosecuantos años de mayoría del PP, simplemente son las normas que entre todos y democráticamente nos hemos dado las que ralentizan toda la acción administrativa. Toda. Entre todos hemos creado un sistema legal-administrativo enfocado a dificultar la acción administrativa y con ese sistema es con el que tienen que lidiar todos los partidos.

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      1. Enrique Prudencio

        El anterior gobierno municipal tenía todo externalizado, con contratos a muy largo plazo con las empresas privadas y altísimas pernalizaciones si se intenta revocar el contrato antes de su finalización. El ayuntamiento no puede contratar personal directamente. Tendría que seguir con la externalización, que nunca acabaría, como se trata de hacer. Cualquiera que conozca la ley del plusvalor de Marx, sabe que este se extrae de la fuerza de trabajo no pagada al trabajador. El ayuntamiento no puede explotar a los trabajadores para quedarse con la plusvalía. Pero sí podía hacerlo con el ayuntamiento anterior porque este contrataba los servicios con empresas privadas. El contratista le daba una monumental mordida a la alcaldesa Botella y lo recuperaba con creces del plusvalor o plusvalía que extraía del obrero. El nuevo ayuntamiento quisíera contratar trabajadores directamente pero el antiguo reglamento aún vigente no se lo permite. Tiene que pasar por un empresario que extraiga la plusvalía de la fuerza de trabajo no remunerada.

  11. Luis A. Lopez

    Buenos días, he visto algunos comentarios de otras personas y no quiero alargarme en decir que estoy muy agradecido a todo estos Políticos como lo que estáis ahora dirigiendo madrid.
    Que os dejáis el tiempo y la vida por ayudar a los ciudadanos de Madrid.
    Y muchas Gracias por ser tan claro en vuestras explicaciones, y que la mayoría de nosotros sabemos esto y lo conocemos.
    Pero quien no esté con vosotros y con vuestras políticas de hacerlo para gente.
    Nunca os dará la Razón aunque ellos saben que tenéis razón. Gracias por intentarlo.

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  12. Megsel

    «contratos integrales de gestión que, ya desde su propia redacción, se sabía que no servirían para prestar un adecuado servicio público»
    ¿Y esto no es perseguible jurídicamente? ¿No es algo parecido al que lleva una empresa a la quiebra sin razones?

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